La terapia de luz roja es un tratamiento emergente con gran potencial para el tratamiento de diversas afecciones cutáneas y la recuperación muscular. Originalmente desarrollada para promover el crecimiento de las plantas en el espacio, se utilizó posteriormente para ayudar a los astronautas a recuperarse. A medida que la terapia de luz infrarroja se populariza, la terapia de luz infrarroja roja se populariza como tratamiento doméstico y profesional, ayudando a las personas a alcanzar su máximo potencial mediante la iluminación óptima de LED infrarrojos.
¿Cómo mejora la terapia de luz roja el estado de la piel?
Se cree que la terapia de luz roja actúa sobre las mitocondrias de las células humanas para generar energía adicional, lo que permite que las células reparen la piel con mayor eficacia, mejoren su capacidad de regeneración y promuevan el crecimiento de nuevas células. Algunas células se estimulan para que trabajen con mayor intensidad al absorber las longitudes de onda de la luz. Por lo tanto, se cree que la terapia de luz LED, ya sea aplicada en clínicas o en casa, puede mejorar la salud de la piel y aliviar el dolor mediante:
Aumentar la circulación sanguínea en los tejidos
Reduce la inflamación celular y aumenta la productividad.
Aumenta la producción de fibroblastos, que ayudan en la formación de tejido conectivo.
Estimula la producción de colágeno, el tejido conectivo que da fuerza, elasticidad y estructura a la piel.
Al pasar más tiempo en interiores, perdemos los efectos beneficiosos de la luz natural. La tecnología de luz roja puede ayudar a restaurar esto. Es un tratamiento no invasivo e indoloro.
Para obtener mejores resultados, la terapia de luz roja debe usarse diariamente durante un tiempo, ya que la constancia es clave para maximizar sus beneficios potenciales.